Caza indiscriminada de ballenas en el Antártico-Tragedia de los bienes
comunes
Garret Hardin (1968) propuso el
estudio “La tragedia de los recursos comunes” presentando la historia de un pastizal
accesible a todos. Se asume que cada pastor intentará mantener en el pastizal común
tantas cabezas de ganado como le sea posible. No habrá problemas por esta conducta
cuando las guerras tribales, la caza furtiva y enfermedades mantienen el número
de personas y animales por debajo de la capacidad de carga de las tierras. El día
que no funcione este agente regulador,
cuando haya estabilidad social, se genera una tragedia.
¿Cómo? Cada pastor, un ser racional, trata de maximizar su ganancia. Consciente o inconscientemente,
se pregunta, ¿cuál es el beneficio para mí de aumentar un animal más a mi
rebaño? La utilidad tiene un componente negativo y otro positivo.
1. Positivo: Depende del número
de animales, donde el pastor
recibe todos los beneficios de la venta, la utilidad positiva es cercana a +1.
2. Negativo; Depende del sobrepastoreo adicional generado por un animal
más. Como los efectos del sobrepastoreo son compartidos por todos los pastores,
la utilidad negativa de cualquier decisión tomada por un pastor es solamente una fracción
de -1.
Por ello, el pastor racional
concluye que la única decisión sensata para él es añadir otro animal a su
rebaño, y otro más. Cuando todos piensan lo mismo, se produce la tragedia
porque la intención de aumentar el ganado ilimitadamente choca con la realidad de
un mundo limitado. La ruina es el destino de todos los que buscan el mayor
provecho personal, creyendo en la libertad de los recursos comunes y en la
capacidad infinita para soportar las acciones humanas.
Ahora se cuestiona la validez
de la “tragedia de los bienes comunes”,
pero para el caso que nos interesa, sigue vigente (Nota 1)
Actualmente, los océanos del
mundo son devastadas por la vigencia del principio de los recursos comunes; por
la creencia de que la "la libertad
de los mares" da derecho a explotar sin control los "inagotables recursos de los
océanos", aún sabiendo que esta conducta conduce a la extinción o degradación
a todas las especies de peces y ballenas.
Japón es el "pastor"
que cree que cazando tasa ballenas como pueda no afecta los demás. Los japoneses
no dudan en cazar incluso especies que
por sentido común deberían respetarse, las hembras preñadas y las crías para
permitir la repoblación. La racionalidad es obtener el máximo peso para asegurar
la venta masiva.
Sin embargo esta racionalidad es espuria porque ya se comprobado que pro presiones
éticas del mundo, los japoneses han reducido
notoriamente la preferencia por la carne de ballena. Además el falso Instituto
de Investigación Cetácea ha reconocido que apenas se vende el 25% de la carne.
El argumento de que el consumo de carne de ballena es parte de la cultura japonesa ya no tiene sustento. Entonces
¿Por qué tanta avidez por la caza excesiva? ¿Acaso sienten la pasión enfermiza
de los cazadores caprichosos que en África pagan miles de dólares para matar un león en una reserva nacional y tomarse algunas
fotografías?
Ballena y su pequeña cría también son parte de la caza
Se suma a esta inconsistencia,
la condena ética por los métodos crueles y la caza indiscriminada, la Corte
Internacional de La Haya, una organización supranacional, en el año 2014 prohibió
a los japoneses la caza de ballenas por considerar que se apoyan en las reglas
de un seudoprograma científico JARPA. Además de crueles, depredadores son mentirosos
y se burlan de la comunidad
internacional.
En marzo del 2016, los pesqueros
japoneses cazaron 333 ballenas, donde hay 200 hembras preñadas,
con la trágica situación de que el 75% de la carne de estos animales no será comprada
por los japoneses. ¿Para qué y para que el desperdicio del 75%?
En la siguiente gráfica se
observa como la “falsa racionalidad” de este “pastor” afecta
el futuro bienestar de los demás “pastores”, en este caso pro ser los únicos
con esa conducta (otros países no tienen
las flotas o la motivación para hacerlo, pero si pudieran y lo hicieran se cumpliría
la tragedia, la ruina). El beneficio alto, más allá de lo tolerable a corto plazo
para los japoneses, afecta el beneficio a
largo plazo de los demás incluyendo ellos mismos.
A corto plazo, el excedente de beneficios
que se gana Japón es muy alto por ser el único país. Al pasar el tiempo, este margen
se reduce. Si continúa con la práctica depredatoria que atenta contra el potencial de
recuperación de las ballenas (la caza de hembras y ballenatos), el beneficio
global para todo se reduce notoriamente en el futuro. El periodo de crecimiento
y maduración de las ballenas no se mide en semanas o meses, sino en años
Por fortuna no hay más países
como Japón, con tres o cuatro como ellos, las ballenas ya serían historia o su reducción
notable habría causado severos daños o alteraciones del ecosistema.
Estas son las razones "científicas". Negocio puro
Video en que
muestra la decisión de la Corte de La Haya prohibiendo la caza seudocientífica por
los balleneros japoneses.
Se recomienda la lectura de Whales: Their Emerging
Right to Life
Anthony
D'Amato,Northwestern University School of Law, y Sudhir K. Chopra, Cambridge
University East Asia Forum (2010) donde se expone una impecable sustentación jurídica
que ayuda a cuestionar las prácticas japonesas.
Nota 1
La teoría de la “tragedia de
los bienes comunes” si funciona
Cuando la tierra,
recurso o bien común, no es posesión de alguien, se utiliza sin consideración a
pesar de las desventajas resultantes. Los están en la posición de apropiarse de
las ganancias, madera y caza de las forestas, peces, ballenas en Antártico, no
se preocupan de los efectos posteriores de su explotación. La erosión del
suelo, agotamiento de los recursos no renovables, a extinción de la especie son
costos externos, externalidades, que no se
incluyen en sus cálculos de ingresos y producción. En la pesca y la caza ellos
no vacilan en utilizar métodos que perjudican la capacidad de repoblación de
las fuentes de pesca o caza (caza de ballena preñada, ballenatos o crías).
La solución de la tragedia
(la situación que lleva a la sobreexplotación y agotamiento por el uso “irracional” del
recurso) ha sido motivo de discusiones. Las propuestas de solución dependen de
la implementación de medidas de restricción del acceso a los recursos,
restricción controlada por alguna autoridad superior a la comunidad misma o
algún agente externo (organismos nacionales o internacionales, etc.).
Elinor Ostrom (premio Nobel de Economía 2009)
dice que la creencia de que la propiedad común es mal manejada, pues esta conformado
los resultados que demuestran mejores
resultados que los predichos por las teorías previas (entre ellas la de
Garret Hardin) . Dice que los usuarios de los recursos frecuentemente
desarrollan sofisticados mecanismos de decisión y aplicación de reglas para
manejar conflictos de interés y se apoya en reglas que promueven resultados
positivos”. Posiblemente Ostrim no se ha enterado de las prácticas de los japoneses.
Junto con Ostrom, algunos afirman que la «tragedia de los comunes» no
corresponde a la realidad y que la solución no requiere necesariamente
actores externos que impongan racionalidad porque la comunidad es capaz de
encontrar sus propias soluciones. Al parecer Ostrom y los detractores de Hardin
no están enterados de la existencia ellos japoneses y de sus prácticas de caza
ballenera para sus seudo proyectos científicos.
Referencias
Garret Hardin
(1968) La tragedia de los comunes
Artículo
fue publicado como “The Tragedy of Commons" en Science, v. 162 (1968), pp.
1243-1248. Gaceta Ecológica, núm. 37, Instituto Nacional de Ecología, México,
1995. http://www.ine.gob.mx/
Japan kills 200 pregnant whales
Saturday 26 March 2016 16:53 BST
Tribunal
ordena a Japón frenar temporalmente caza de ballenas
La Haya, Holanda (31/mar/2014)
Tragedia
de los comunes
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.